¿A tu peque le encanta la tele? Welcome to the club! Es normal que a los niños/as les guste la tele. Y en cierto modo, tiene sentido; la tele es como un universo dentro de una caja: ruidos, colores, personajes fantásticos… Y es normal también que te preguntes si está bien que tu hijo vea la tele; y, en caso afirmativo, cuántas horas al día/semana debería hacerlo. (más…)
“¿Ya hemos llegado? ¿Cuánto falta? ¡Mamáaaaa, Manu está intentando robar mi juguete! ¡Quiero vomitaaaaar, tengo piiiiiis.” Viajar en familia, con niños es, cuanto menos, una experiencia… cargada de emoción. Todos los padres del planeta desearíamos tener un mando a distancia que nos permitiera poner en “mute” a nuestros hijos durante un par de horitas de viaje en coche. O sea, queremos a nuestros hijos, pero vamos a ver…
Bueno, no nos enrollamos, venimos con buenas noticias. ¡Existe ese mando a distancia! Bueno, no tal cual, no es que tengamos un mando mágico. Lo que sí que tenemos son truquitos para que los viajes en familia sean más llevaderos para todos. (más…)
Los niños se enfadan, la lían, es inevitable, hasta el hijo más tranquilo se viene arriba aunque sea en una ocasión. El problema es que no solo lo hacen de puertas para dentro, también lo hacen cuando estás en el super, en el cine, en el tren, en un restaurante… vamos, rodeado de gente. Y claro, nunca resulta agradable sentirse observado por decenas de adultos –ya sean padres o no –, ya te estén mirando con pena, compasión o un poco de reprobación.
Por eso venimos a ayudarte, o al menos a intentarlo. Aquí van algunos consejitos que a nosotros nos funcionaron, y esperamos que a ti también. (más…)
Antes que nada, que no cunda el pánico. Mojar la cama es más común de lo que crees: alrededor del 20% de los niños de 5 años mojan la cama. Y, aunque este número baja gradualmente, a los 10 años de edad, el 5% de los niños aún no controlan del todo su vejiga.
De hecho, si tu hijo moja la cama y tiene menos de 7 años, no deberías preocuparte; lo más probable es que aún esté desarrollando el control de los músculos de la vejiga. (más…)
A ti te gustan, a nosotros nos gustan; y, muy probablemente, a tu hijo/a también le encantarán, algún día. Pero, como lo más habitual es que ese día aún no haya llegado, hemos pensado en unas cuantas maneras de camuflar las verduras en varios platos que normalmente sí resultan más apetecibles a los niños. Somos unos ninjas. (más…)
Lo de que los niños aborrezcan bañarse es algo tan antiguo como el tiempo. Comienza cuando son pequeños y se extiende hasta la pubertad; en plan “me gusta Juanita, debería oler bien”. Hemos pasado por eso, lo hemos hecho nosotros mismos durante nuestra tierna y ya lejana infancia.
Pero bueno, no nos enrollamos, hemos venido aquí a ayudar. ¿Cómo? Con unos cuantos truquitos par que el “momento baño” sea un pelín menos duro.
En un mundo ideal, ser padre estaría tirado, y todos los niños adorarían estudiar. Pero en el mundo real, no todos los niños adoran el cole, ni estudiar. Hay algunos unicornios, pero no es lo más común. Al menos no a priori. (más…)
Ya hemos hablado de lo poco que mola dormir cuando eres pequeño: irse a la cama significa perderse todo lo bueno. Hoy estamos aquí para hablar de algo parecido pero no igual: estamos aquí para daros algunos truquitos que os ayudarán a hacer que vuestro hijo acepte dormir solo. (más…)
Esto de las etapas es un clásico atemporal, la típica prenda de fondo de armario: nunca pasa de moda. No importa el lugar, el año, no importa nada: hay ciertas etapas por las que todos los niños pasan. Algunas son divertidísimas, otras pueden ser un poquito embarazosas, algunas pueden llegar a ponernos un poquito de los nervios; pero siempre hay dos cosas claras: uno, son impepinables; y dos, que todas vienen y se van. (más…)
– Venga, Miguel, ¡es hora de levantarse para ir al cole!
– No me encuentro muy… *tos bastante poco lograda*
Tal vez no nos acordemos ya, pero un día nosotros también fuimos niños (qué tiempos, ¿eh?), y no siempre nos apetecía ir al cole. Eso sí, siempre teníamos motivos para no querer hacerlo. Motivos que nos quitaban el sueño y el apetito; que nos ponían nerviosos y tristes. Y lo peor es que, la mayoría de las veces, no sabíamos cómo gestionar o comunicar estas emociones; así que nuestros padres no podían saber muy bien qué nos pasaba, o si nos pasaba algo.
Si crees que tu hijo/a puede estar intentando escaquearse de ir a clase, sigue leyendo, ¡este post te puede servir de ayuda! (más…)