Un reciente estudio de las universidades de Oxford, Cambridge y Cardiff, en el Reino Unido, ha arrojado resultados que para los más radicales podrían ser polémicos: la exposición de nuestros hijos a la pantalla, cualquiera que esta sea, en un tiempo moderado, puede ser buena.
Si bien el error más recurrente de los padres del presente siglo (y del anterior también, con la tele) es haber convertido en niñera a la pantalla ubicua –móviles, ordenadores, tablets, etc.–, también es cierto que para los niños puede tener un efecto positivo el tiempo de pantalla usado con moderación.
Los investigadores coincidieron en las conclusiones: los niños que pasan una o dos horas diarias frente a la tele o utilizando otro tipo de pantalla mostraron niveles más altos tanto de bienestar social como emocional, en comparación con los niños que no reportaron tiempo de pantalla.
El estudio fue publicado en el Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry.
El estudio del tiempo de pantalla
La investigación se basó en datos de encuestas a cuidadores de más de 35.000 niños estadounidenses sobre la cantidad de tiempo que estos pasan frente a las pantallas, y el funcionamiento psicosocial que podía observarse.
Los tiempos de pantalla estudiados fueron de 1 hora y 40 minutos hasta más de 5 horas, y las conclusiones muy interesantes, ya que los niños no mostraron dificultades importantes de funcionamiento social sino después de las 5 horas (4 horas en la tele), realizando distintas actividades, desde ver películas hasta jugar o aprender.
Sin embargo, hay que señalar que los datos obtenidos se basaron en información subjetiva proporcionada por los cuidadores, y este hecho podría dar un giro sesgado a la investigación, dado el carácter de las relaciones entre los cuidadores y los niños.
Está claro que la prohibición radical de dispositivos tecnológicos y las restricciones de edad no está basada en pruebas, ya que el uso de la pantalla en muchos casos tiene, de hecho, un impacto más que positivo.
Lo más importante ha sido, una vez más, el contenido de lo que ven. De ahí la relevancia de ajustar una aplicación con intenciones educativas lo suficientemente atractiva como para que los niños pasen tiempo jugando en cualquiera de los dispositivos disponibles.
Incluso se puede compartimentar el tiempo de tele y en otro dispositivo electrónico con fines distintos: la tele para ver pelis, y videojuegos interesantes y atractivos que incluyan un aprendizaje efectivo para los niños.
Amy Orben, investigadora de la Universidad de Cambridge, dice al respecto: “Instamos a otros investigadores a que se basen en nuestros hallazgos, que muestran que la posible influencia de la participación en la pantalla digital es probablemente menor y con más matices de lo que se podría esperar en un principio”.
No obstante es un sorprendente hallazgo, que aunque preliminar, desafía la creencia popular de que el tiempo en pantalla vuelve zombies a nuestros hijos. Tal vez la sociedad haya cambiado, o tal vez en realidad nunca fue un verdadero problema el tiempo de pantalla, sino lo que se ve en ella.
Por ello recomendamos el uso de contenido adecuado de calidad ajustado a la edad correspondiente. En nuestro caso, kokoro Kids trabaja duramente para adaptar los contenidos y que ayuden al desarrollo de nuestros hijos.