¿A tu peque le encanta la tele? Welcome to the club! Es normal que a los niños/as les guste la tele. Y en cierto modo, tiene sentido; la tele es como un universo dentro de una caja: ruidos, colores, personajes fantásticos… Y es normal también que te preguntes si está bien que tu hijo vea la tele; y, en caso afirmativo, cuántas horas al día/semana debería hacerlo. (más…)
“¿Ya hemos llegado? ¿Cuánto falta? ¡Mamáaaaa, Manu está intentando robar mi juguete! ¡Quiero vomitaaaaar, tengo piiiiiis.” Viajar en familia, con niños es, cuanto menos, una experiencia… cargada de emoción. Todos los padres del planeta desearíamos tener un mando a distancia que nos permitiera poner en “mute” a nuestros hijos durante un par de horitas de viaje en coche. O sea, queremos a nuestros hijos, pero vamos a ver…
Bueno, no nos enrollamos, venimos con buenas noticias. ¡Existe ese mando a distancia! Bueno, no tal cual, no es que tengamos un mando mágico. Lo que sí que tenemos son truquitos para que los viajes en familia sean más llevaderos para todos. (más…)
Los niños se enfadan, la lían, es inevitable, hasta el hijo más tranquilo se viene arriba aunque sea en una ocasión. El problema es que no solo lo hacen de puertas para dentro, también lo hacen cuando estás en el super, en el cine, en el tren, en un restaurante… vamos, rodeado de gente. Y claro, nunca resulta agradable sentirse observado por decenas de adultos –ya sean padres o no –, ya te estén mirando con pena, compasión o un poco de reprobación.
Por eso venimos a ayudarte, o al menos a intentarlo. Aquí van algunos consejitos que a nosotros nos funcionaron, y esperamos que a ti también. (más…)
Antes que nada, que no cunda el pánico. Mojar la cama es más común de lo que crees: alrededor del 20% de los niños de 5 años mojan la cama. Y, aunque este número baja gradualmente, a los 10 años de edad, el 5% de los niños aún no controlan del todo su vejiga.
De hecho, si tu hijo moja la cama y tiene menos de 7 años, no deberías preocuparte; lo más probable es que aún esté desarrollando el control de los músculos de la vejiga. (más…)
Las pantallas están por todas partes. En 2015, el 83% de todas las personas entre 18 y 49 años en EEUU –el grupo de edad con más posibilidades de tener hijos pequeños –tenía un smartphone (fuente –en inglés –aquí). Está claro que los dispositivos móviles inteligentes se han convertido en una parte de nuestro día a día; y del de nuestros hijos. Lo cual no es malo en absoluto, de hecho es genial, especialmente si se utilizan con responsabilidad. (más…)
A ti te gustan, a nosotros nos gustan; y, muy probablemente, a tu hijo/a también le encantarán, algún día. Pero, como lo más habitual es que ese día aún no haya llegado, hemos pensado en unas cuantas maneras de camuflar las verduras en varios platos que normalmente sí resultan más apetecibles a los niños. Somos unos ninjas. (más…)
La mayoría de las veces, los niños aprenden a caminar, correr y saltar sin demasiado estímulo por nuestra parte. Es más, podríamos decir que aprenden a hacer todas esas cosas sin darnos demasiado tiempo a asimilarlo. Un día gatean torpemente, al día siguiente corren como pollos sin cabeza con el pañal puesto al revés y chocolate por toda la cara. (más…)
A los niños les encanta jugar con las manos. Eso es así. Ya sea para hacer algo inofensivo como serpientes de plastilina, o algo un poco menos inofensivo, como pintar las paredes como si fueran lienzos. Y como todos preferimos la opción de la plastilina (espero), hemos preparado una sencilla receta de plastilina casera para que la prepares con tu hijo/a.
A veces –bueno, a menudo –, nuestros hijos hacen cosas que no entendemos. Cosas que, por otra parte, nosotros también hicimos en su momento. Tal vez ahora nos creamos muy civilizados, pero no siempre fue así, nosotros también jugábamos con barro, saltábamos por los charcos como potrillos salvajes, y pintábamos las paredes creyéndonos Miguel Ángel con la Capilla Sixtina. (más…)
Ay los chupetes. Qué grandes amigos, cuánta paz y tranquilidad traen al hogar, ¿eh? Nada que decir acerca de esto, es una verdad como un templo. Sin embargo, muchos padres se preocupan/nos preocupamos por si nuestro hijo se convierte en un chupete-adicto; el miedo nos embarga, y visualizamos una poco menos que catastrófica escena en la que nuestro hijo, de ya 18 años, sigue dándole al chupete. (más…)