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Visión y aprendizaje

La visión guarda una íntima relación con el aprendizaje y las dificultades que pueden originarse en este proceso. Cualquier alteración visual puede afectar a la lectura y en último término a la adquisición de contenidos a través de la misma.

En ocasiones, simples problemas oculomotrices se confunden con problemas en lectoescritura o de atención. 

“No se fija, no atiende, no le gusta leer, se cansa enseguida, tienen que leer varias veces para enterarse, etc”

Ésos son algunos de los comentarios que nos llegan de parte de padres o profesores.

Todo esto puede ocurrir porque solemos confundir vista con visión:

La vista: En el ser humano, el ojo es un órgano que detecta la luz y es la base del sentido de la vista. Su función consiste básicamente en transformar la energía lumínica en señales eléctricas que son enviadas al cerebro a través del nervio óptico. Es, por tanto, la estructura anatómica del sentido de la vista, la que hace que podamos ver.

La visión es sin embargo, un conjunto de habilidades más completas para identificar, interpretar y comprender lo que vemos.Estas habilidades se van adquiriendo desde el nacimiento, construyéndose una sobre otra. La visión se refiere más a la función visual que a la estructura del órgano, de cómo usamos nuestros ojos y cómo codificamos lo que vemos para darle significado a lo que vemos.

Por eso, es necesario evaluar no solo la agudeza visual, si no también todas las habilidades visuales necesarias para aprender en el colegio. Esto lo hacen los optometristas comportamentales.

Las habilidades oculo-motrices no tienen que ver con la agudeza visual. Puedes ver estupendamente sin necesidad de gafas, pero tener problemas para enfocar o mover los ojos a lo largo de una línea. 

Esto provoca problemas en la eficacia lectora porque genera mucho cansancio, lentitud en la lectura, desatención o abandono de la tarea.

La visión junto con la audición juega un papel fundamental en el aprendizaje.

Visión y lectura

Las habilidades visuales más implicadas en la lectura y la escritura son:

  • Situarse en el plano espacial, dentro del folio, el libro o el cuaderno: para no perderse en la página.
  • Alinear y enfocar la imagen: para no ver borroso o doble.
  • Sostener la fijación mientras se mueven los ojos en el renglón para no saltarse letras, palabras o renglones: para evitar el sobreesfuerzo y los ojos rojos.
  • Decodificar palabras y visualizar su significado. Imprescindible para tener una buena comprensión lectora.

Es decir, 

  • La motilidad ocular. (los movimientos de los ojos para que trabajen juntos de forma precisa y puedan moverse a lo largo de la linea  de la página.
  • La coordinación binocular,
  • El enfoque mantenido en el tiempo, ser capaces de mantener el foco durante el tiempo suficiente y con el mínimo esfuerzo para desarrolla la tarea.
  • La visión periférica
  • La  memoria visual 
  • La agudeza visual (punto lejano y punto cercano). 
  • También es necesaria una buena discriminación visual y una integración de la visión con el espacio, con el movimiento, con la audición y el lenguaje.

Si el desarrollo visual no ocurre de forma adecuada podemos encontrarnos con los siguientes síntomas.

Síntomas visuales que se podrían relacionar con alguna dificultad de aprendizaje:

  • Se acerca mucho al papel, se tumba sobre la mesa.
  • Cierra un ojo o se lo tapa.
  • Se frota los ojos a menudo o los tiene enrojecidos.
  • Acompaña la lectura con el dedo.
  • Confunde las letras o las palabras.
  • Se cansa fácilmente y no mantiene la atención.
  • Es lento en la lectura.
  • Parpadea excesivamente.
  • Invierte letras o palabras.
  • La comprensión lectora es baja.
  • No le gusta ni leer ni escribir.
  • Le molesta la luz.
  • Problemas de rendimiento o incluso emocionales cuando el niño percibe que no aprende a la velocidad de sus compañeros.

En kokoro, somos conscientes de la importancia de tener un buen desarrollo visual en la infancia. Por eso, recomendamos mantener una buena higiene visual desde pequeños y no exceder el tiempo recomendado de las pantallas, y,  además,  tener una buena estimulación en ambientes abiertos al aire libre y en la naturaleza,, en especial, cuando los niños son más pequeños.