Oh… esas notas que recibimos de nuestrx enamoradx o de nuestrxs mejores amigxs y guardamos en nuestro estuche de lápices hasta que el papel se descompuso. Esas notas que escribíamos y enviábamos con sumo cuidado, en caso de que el profesor nos atrapara y leyera nuestros secretos más oscuros en voz alta para toda la clase.
Ahora, solo envían mensajes de texto, lo cual es mucho menos peligroso y, por lo tanto, ¡mucho menos emocionante!
Ganador: Los colegios de antes