Aunque los hermanos suelen terminar llevándose de maravilla, siendo mejores amigos; los inicios suelen ser más bien complicadillos. Las relaciones entre hermanos tienen todo lo que una historia digna de Oscar necesita: celos, drama, conflictos, lágrimas, mentiras y manipulación.
Y bueno, como padre, es difícil gestionar estos conflictos; porque quieres que tus hijos se lleven bien desde el principio, que se apoyen y se conviertan en mejores amigos. Y como ya hemos dicho, esto pasará, pero mientras tanto, veamos cuáles son las razones por las que los hermanos no siempre se llevan bien:
EDAD
El césped siempre es más verde en el jardín del vecino
Mientras el hermano mayor siente que el pequeño se lleva toda la atención; el pequeño siente que el mayor tiene toda la libertad. Y no hablemos ya de los hermanos medianos, que normalmente se sienten invisibles.
Choques de edad
- Si se llevan pocos años, su problema principal será que quieren las mismas cosas
- Si se llevan unos cuantos años, su problema principal será que quieren cosas diferentes y que, cuando uno consigue lo que quiere, perjudica al otro
La cosa es quejarse.
Choques de personalidad
Que sean hermanos no les otorga automáticamente personalidades compatibles o similares. A un niño introvertido probablemente le estrese la energía de un hermano extrovertido; mientras que la independencia del niño introvertido puede volver loco al hermano más activo.
Será tu trabajo como padre ayudarles a encontrar el equilibrio entre sus rasgos de personalidad opuestos.
Entonces, ¿cómo gestiono esto?
No hay una libretita de normas que funcionen siempre y para todos. Cada pareja/grupo de hermanos es diferente. Sin embargo, nos gustaría compartir contigo los truquitos que nos han ido bien a nosotros:
Hablad abiertamente sobre sentimientos
De vez en cuando, diles que se miren a los ojos y analicen las emociones del otro. Es importante que los niños sepan leer cuando alguien está triste, feliz, con ganas de jugar, o si por el contrario ya ha tenido suficiente y no le apetece bromear o jugar.
Enséñales a expresar sus emociones
Son niños y nosotros somos adultos. Hay ciertas cosas, como la inteligencia emocional, que nos toca enseñarles. Siempre que hay una pelea entre hermanos, hay algo que no se ha comunicado en condiciones. Enséñales a hacerlo.
- Encuentra el motivo: los hermanos no discuten sin motivo (que este motivo nos parezca más o menos razonable ya es otra cosa); así que lo primero es encontrar el motivo de la discusión
- Marca los límites: una vez el motivo esté localizado (el hermano mayor cogió el lápiz del pequeño, este se enfadó y le mordió), diles que morder está mal
- Enséñales alternativas: “en vez de morder a tu hermano mayor, dile que estabas usando el lápiz y lo necesitas”
Puede que estas alternativas más civilizadas no funcionen siempre; la diplomacia es una virtud que adquirimos cuando crecemos (y no siempre); pero estaremos enseñando a nuestros hijos a expresar sus sentimientos en lugar de actuar sin entender por qué; y esto es muy útil.
Enséñales a defenderse
Si cada vez que uno de tus hijos te viene en plan acusica contándote lo que su hermano les ha hecho, y siempre defiendes al niño en cuestión; crearás una dinámica en la que, en lugar de defenderse, esperarán que seas tú quien lo haga por ellos. Y lo que es peor, puede que empiecen a acusarse de cosas que en realidad no han pasado.
La próxima vez que uno de tus hijos te llegue quejándose sobre su hermano, dile que se se defienda solo. De este modo, no pensarán que hay favoritismos, ni seguirán utilizando esta técnica en el cole, con amigos…
Compartir es vivir, pero establecer turnos ya es otro nivel
Compartir es vivir, pero esto no quiere decir que cada vez que uno de los hermanos quiera usar la tablet, pueda cogérsela a su hermano y decir “¡compartir es vivir!”. Lo mejor es establecer turnos, así evitarás todas estas discusiones de un plumazo. Y si sigue ocurriendo, puedes decir “eh, es el turno de Miguel hasta las 7”.
Entiende que necesitan tiempo a solas
Pasan muchísimo tiempo juntos, y lo comparten prácticamente todo; así que, un poco en relación con el punto anterior, déjalos disfrutar de tiempo a solas, disfrutar de su individualidad.
Evita las comparaciones
Aunque sea para decirles que han hecho algo mejor que sus hermanos. Nada de competición entre hermanos.
Fomenta el trabajo en equipo
Es muy importante que se consideren aliados y no enemigos. Felicítalos y prémialos cuando trabajen en equipo. Por supuesto, un premio común, ¡para que lo compartan!
Crea una atmósfera de amor y gratitud
Hemos hablado sobre enseñar a los niños cómo expresar las cosas que no les gustan. Es igual de importante comunicar aquellas cosas que sí les gustan de sus hermanos. Enséñales a agradecer las cosas buenas que sus hermanos hacen por ellos.
Esperamos que hayas encontrado este post útil; ¡y no dudes en compartir con nosotros los trucos que mejor te funcionan! ¡Hasta pronto!