¿Cómo podemos gestionar los celos? La llegada de un nuevo hermano es siempre un momento difícil para toda la familia. El grupo debe adaptarse a una nueva rutina, a un nuevo miembro con nuevas necesidades y hay que hacer ajustes en el día a día y a nivel emocional, en especial de los hermanos, si aún son pequeños.
Muchos niños y niñas se sienten como “el príncipe/princesa destronado/a”, desplazados por la atención de los padres al bebé y sin entender muy bien que les ocurre, por qué el hermano atrae todas las miradas, ni cómo gestionar sus emociones y pensamientos en estos momentos.
Señales de celos en los niños
- Agresividad
- Mayor número de berrinches
- Desobediencia
- Regresiones
- Alteración de sueño y del apetito.
Tips para gestionar los celos en casa
1. La edad de los hermanos en el momento de la llegada del bebé
Cuando el hermano mayor es tan sólo un niño de 2 años la situación puede hacerse más difícil al coincidir con la época de las rabietas. Notaréis que los peques se vuelven más irascibles y enfadados desde los 7 meses del embarazo de la madre. Niños que llevan muchos años como hijo único, también pasan un momento difícil hasta encontrar su lugar dentro de la nueva configuración del núcleo familiar.
2. Anticiparse y prepararse para posibles reacciones
¿Cómo?
- Muñecos. Podéis jugar con muñecos bebés e imitar las rutinas que se van a dar más adelante. Esto ayudará al pequeño a conocer un poquito mejor cómo será el día a día cuando llegue el bebé.
- Rutinas nuevas. Explicar los cambios que habrá en la casa y cómo le afectarán a él o ella (los cambios de horario o de habitación, etc)
- Preparar el lugar nuevo para cada uno. Incluye al hermano en la creación de los espacios para el bebé, de juegos o incluso a decorar su habitación y la del bebé.
- Darle seguridad. Este es un tema muy importante. Necesitan saber que la atención y el cariño no desaparecen por la llegada del hermano o hermana.
- Ejemplificar con fotos y videos. En niños pequeños, funciona muy bien visionar vídeos y fotos de cuando él o ella eran bebés. Normalmente, no lo recuerdan y esto les sirve para saber que ellos también tuvieron esta atención. Además, seguro que también hubo muchas anécdotas graciosas en su desarrollo que merece la pena recordar y pasar un rato divertido.
- Hacer dibujos de la familia con el nuevo miembro incorporado. Dibujar a la familia les ayuda a incorporar a todos aquellos afectos donde él o ella, se sienten integrados. Es una buena oportunidad para reforzar la configuración familiar.
3. Entender las reacciones de celos como un proceso normal
Todos pasamos por esta etapa cuando tenemos miedo de perder nuestro estatus en la familia y los roles que jugamos. Estos cambiarán ahora y es necesario saber cual es esta nueva posición en la familia, con la llegada de otra personita.
4. Involucrar al hermano mayor desde el principio
5. Ser realistas y no crear falsas expectativas
Es cierto que habrá cambios, que el bebé necesitará mucha atención al principio y que aún tardaré en poder jugar con él o ella unos meses. Que no todo va a ser maravilloso, aunque sea estupendo tener un hermano o hermana.
6. Los roles de los hijos
Cuando un miembro nuevo se incorpora, también se incorpora su rol dentro de la familia. Los hermanos necesitan diferenciarse para saber cual es el lugar de cada uno y compiten por la atención de los padres cuando quieren agradarles o sobresalir en alguna habilidad. Es bueno reafirmar los roles de cada miembro pero evitando hacer comparaciones.
7. Las llamadas de atención a los padres
Cuando necesitan atención, lo mejor es dársela. La importancia del “Rato secreto”.
El “Rato secreto” es un momento de exclusividad con uno de los hijos para hablar desde el cariño y contar cosas personales o anécdotas divertidas. Es importante ponerle nombre a este tiempo para darle énfasis y hacer entender a los pequeños que es un rato especial para ellos.
8. Atención a la forma de regañar o imponer castigos
En ocasiones he visto como los castigos acaban cayendo en el hermano mayor única y exclusivamente. Lo que crea una situación de injusticia. Los papás nunca se regañan, el bebé es aún muy pequeño y el único que recibe penalizaciones es el hermano mayor. Es mejor poner normas generales para toda la familia y ser congruentes con lo que hacemos y decimos antes de plantear alguna consecuencia a un comportamiento determinado.
Las consecuencias o castigos deben ser proporcionados, adecuados a la edad del niño o niña y siempre ante una conducta inapropiada. Es conveniente informarle antes de lo que se permite o no en la dinámica familiar para que no le pille por sorpresa y aumente el victimismo del peque o la sensación de injusticia.
Desde Kokoro Kids, os proponemos crear espacios de calidad con los más pequeños donde podáis darles un poco de atención y afecto, y que consoliden su rol y espacio en la familia, así como la seguridad de sentirse queridos tal y como son.
