¿Sabías que el juego simbólico es una parte fundamental del desarrollo infantil? Te contamos cómo aprovecharlo para fomentar la creatividad, imaginación y habilidades cognitivas de los más peques. También exploraremos cómo el juego simbólico se aplica en niños neurodivergentes, y cómo puedes integrarlo en tu enfoque de crianza consciente. ¡Sigue leyendo para descubrir por qué el juego simbólico es más que solo diversión para tus hijos!
¿Qué es el juego simbólico?
El juego simbólico es una actividad universal. Esto quiere decir que se encuentra en todas las culturas y en todas las edades, lo que demuestra que es una actividad inherente a la naturaleza humana. Los niños y niñas de todas las culturas y contextos practican el juego simbólico de manera espontánea y natural. Como ya sabemos el juego en si es la actividad más natural que nos nace desde que somos peques pero, ¿que diferencia tiene con el juego simbólico? Mientras que el juego en general puede implicar la imaginación en cierta medida, el juego simbólico se basa principalmente en la capacidad de los niños para crear y usar representaciones mentales de objetos, personas o situaciones en su juego. Utilizan su imaginación para atribuir significado simbólico a los objetos y actividades durante el juego.
Es una forma de juego que permite a los niños usar su imaginación y creatividad para representar el mundo que les rodea. Es una actividad esencial en el desarrollo infantil, ya que ayuda a los niños a aprender sobre su entorno, desarrollar habilidades cognitivas y emocionales, y practicar roles y habilidades sociales. También conocido como juego de roles o juego de fantasía, es una forma de juego en la que los niños utilizan objetos, acciones o situaciones imaginarias para representar y recrear el mundo real o inventado. Las representaciones pueden ser de roles de adultos, animales, personajes de ficción o situaciones de la vida cotidiana.
¿Qué dice la teoría sobre el juego simbólico?
Según teorías del desarrollo infantil, el juego simbólico es una etapa importante del desarrollo cognitivo y social de los niños. Permite a los niños practicar habilidades cognitivas, como la resolución de problemas, la toma de decisiones, la planificación y la creatividad. También les ayuda a desarrollar habilidades emocionales, como la empatía, la autoexpresión y la regulación emocional. Además, el juego simbólico fomenta la socialización, ya que los niños pueden jugar juntos, compartir roles y negociar reglas y roles en el juego.
A los niños les gusta explorar y experimentar, incluso en actividades que parecen no tener un propósito práctico inmediato. Aunque estas actividades no tienen un beneficio obvio en el momento, son valiosas desde una perspectiva de aprendizaje y desarrollo. Alison Gopnik ha hablado en sus investigaciones sobre cómo el juego imaginativo o el juego simbólico pueden contribuir al desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños. Por ejemplo, en su libro “The Philosophical Baby” (El bebé filosófico), Gopnik explora cómo los niños utilizan el juego imaginativo para representar y comprender el mundo, ensayar roles y situaciones, y desarrollar su creatividad y habilidades sociales.
Cómo pueden beneficiarse los niños neurodivergentes
El juego simbólico también es beneficioso para los niños neurodivergentes, que son aquellos que tienen diferencias en su desarrollo cognitivo, emocional, social o conductual. Puede ser especialmente útil para niños con trastornos del espectro autista, trastornos del desarrollo del lenguaje, déficit de atención e hiperactividad (TDAH) u otras condiciones neurodivergentes.
Fomenta la imaginación y la creatividad, habilidades que pueden ser más difíciles de desarrollar en algunos niños neurodivergentes.
Ayuda a desarrollar habilidades sociales, como la toma de turnos y la comunicación, a través de la interacción con otros niños en el juego simbólico.
Permite a los niños explorar y comprender el mundo que les rodea a través de la imitación de situaciones y roles.
Promueve el desarrollo del lenguaje y la comunicación, ya que los niños tienen que dar sentido a las situaciones y comunicarse con los demás.
Puede ser una forma terapéutica de ayudar a los niños a aprender a regular sus emociones y comportamientos.
Juegos para potenciar la imaginación
Crea un ambiente imaginario utilizando objetos cotidianos y anima a los niños a explorarlo y a crear historias y aventuras.
Te dejamos algunas ideas, pero lo importante de estos juegos es que ellos decidan que quieren hacer y no cerrarse puertas. Si quieren ser un superhéroe que va a comprar tiritas o un mono que toma el té con disfraz de Mario Bros, así será.
I am Ironman!
Utiliza capas, máscaras y otros accesorios de superhéroes y animar a los niños a crear sus propios personajes y aventuras.
Let’s go to the mall, today!
Proporciona una caja registradora, alimentos de juguete y bolsas de compras, y animar a los niños a actuar como empleados o clientes de una tienda de comestibles imaginaria. Los niños pueden representar el papel de vendedor o comprador y practicar habilidades matemáticas mientras compran y venden alimentos.
JurassicPark en casa
Diseñad unos mapas, brújulas, coged prismáticos prismáticos y otros accesorios de explorador y cread aventuras de exploración, ya sea en el jardín, en el parque o en el interior de la casa.
- ¡Bienvenidos a Narnia!
Fomenta la creatividad de los niños mediante el uso de materiales de construcción, como sábanas, almohadas, cajas y mesas, para que construyan fortalezas y castillos en la sala de estar o en el jardín. Invita a los niños a crear su propia historia de fortalezas y a sumergirse en el juego simbólico inspirado en esa historia.